Milán obtuvo beneficios en el segundo semestre de 2022, una mejora significativa con respecto a las pérdidas del año pasado, y gastó un total de 56 millones de euros en el mercado de fichajes.
Los rossoneri ganaron el Scudetto en 2021-22 y esta temporada llegaron a las semifinales de la Champions League, por lo que se espera que esos resultados también aumenten sus ingresos.
Calcio e Finanza examinó la documentación y descubrió que el club obtuvo una ganancia de 9.8 millones de euros del 1 de julio al 31 de diciembre de 2022.
Hace un año, en el mismo período de 2021, se descubrió que el club tenía una pérdida de 12.2 millones de euros.
Los ingresos también aumentaron de 129 millones de euros a 144 millones de euros en 2022, y esto no incluye los ingresos de la UEFA por los resultados de la ronda eliminatoria de la Liga de Campeones.
El Milán fue acusado de no invertir lo suficiente en reforzar la plantilla durante el verano y las cifras muestran que el club gastó un total de 56 millones de euros entre fichajes, cesiones y opciones de compra.
El mayor gasto fue para Charles De Ketelaere por 35.5 millones de euros, seguido de 8.54 millones de euros para el defensa Malick Thiaw, 5.45 millones de euros para comprar Junior Messias directamente de Crotone, 2.65 millones de euros para Alessandro Florenzi y 0.66 millones de euros para el agente libre Divock Origi.
También gastaron 824,000€ en la cesión de Brahim Díaz del Real Madrid, 400,000€ por Aster Vranckx y 399,000€ por Tiemoue Bakayoko.
Como estas son las cifras del semestre, se duplicarían para cubrir un préstamo de una temporada.
El Milan recibió la ayuda de algunos de sus exjugadores, recogiendo 3 millones de euros de la venta de Lucas Paquetá al West Ham United, 1.6 millones de euros de Matteo Pessina a Monza y 300,000 euros de Giovanni Crociata en Crotone.